Reseñas
Kendrick Lamar – Section.80
Mientras en este país sigue vigente la clásica discusioncita esta de que si el rap “real”, la unión, la vieja y nueva escuelas, que si el mensaje, que si puro 4×4 noventero con basslines rompehocicos, el “under”, el mainstream, la evolución, lo wack…
Mientras pasa y sufre profesionalización el rubro, Kendrick Lamar tiene ya ocho meses de
haber gestado Section.80, el que es –para algunos con cierto criterio- de lo mejor que se soltó en el 2011. Ese K.Dot se sentó junto con no menos de 10 productores (cuya existencia me era hasta ahora ignota) a hacer lo que ya no muchos se sientan a hacer: un disco.
Neta, si hablas de Section.80 te refieres al sincretismo del disco entero y la casi indisociabilidad entre cada track, no solamente a 3 o 4 buenas rolas. Son historias, discursiva, letras bien pensadas, negritud (no de la fakeass, aunque en ocasiones con desmesura en el uso de la “n word”), drogas, la Ronald Reagan Era, habilidades que prescinden del “me la pelas” económico, -según Kendrick- “el legado de Leshane Parish Crooks” (¿lo sacan?). Y en caso de que lo anterior no te interese en lo más mínimo, son 16 tracks con una excelente musicalización canción tras canción, nomás con eso te vas bien pando.
Como ejemplo de lo anterior “Blow my high (Members only)”. Una canción de la que debes checar las lyrics (como debería ser siempre) y así vislumbrar el trasfondo (como la casi sátira contra Jay-Z y la parafernalia industrial o la especie de homenaje a la difunta Aaliyah). Esos órganos chidos y la música te ponen al mero mood y créeme, crean una atmósfera que –si te cargas cierto skill- propicia el que incluso la mujer que más te odia en este mundo te bese desaforadamente (en serio).
Bájenlo, no se quedarán indiferentes.
Moda
Savage X Fenty Show Vol. 2: Una fiesta para celebrar la diversidad de cuerpos
La semana pasada hablamos de las expectativas que el equipo de Rihanna y sus fans se encargaron de levantar en torno a la entrega de este año del Savage X Fenty Show, un espectáculo que fusiona presentaciones en vivo con danza y el desfile de la línea de lencería y accesorios de RiRi.
La introducción que encuentro más adecuada para una descripción general de la producción es que estuvo SÚPER NASTY. Es justo mencionar que la labor en todas las etapas y esferas de ejecución (pre y post producción) de este show fue titánica, definitivamente nadie se preocupó por el límite de presupuesto.
Algunos tenían en mente un formato más convencional de lo que sería la pasarela, lo cual estaba muy alejado de lo que RiRi pensó para este 2020. El año pasado se presentó el mismo concepto con bailarinas en escenario, diversidad de modelos, integrando presentaciones en vivo de raps y fue bien recibido globalmente. Sin embargo, para este otoño su staff y la logística tuvieron que adaptarse a la situación y medidas de distanciamiento social, así que prepararon un show sin público en vivo.
El show fue planeado para ser grabado y posteriormente apreciado por Amazon Prime Video. La estética de un video musical está muy presente: muchísimo contraste y neones, tanto en looks, como en escenografía e iluminación. De hecho fluctúa entre videoclip, película y documental por la dinámica de cámaras y las entrevistas e imágenes que se muestran del proceso creativo de las prendas. Aquí la mención honorífica va para Fenty Films y el director de fotografía Travis LaBella.
A lo largo de toda la presentación se incluyeron fragmentos de entrevistas con algunos invitados y principalmente con Rihanna, en donde todos ellos expresan cómo viven o entienden los conceptos explorados en el show como la sexualidad, el poder y libertad que sienten con respecto a su corporalidad; sus opiniones enriquecen mucho la experiencia.
Además del performance de vocales en vivo, el baile y modelaje, la curaduría y supervisión de audio para la post producción es muy atractiva, cuenta con remixes adaptados para cuadrar con el timing de los movimientos en las coreografías, entre ellos de D’Angelo y Die Antwoord. Es decir, lograron una ambientación sonora adecuada con el ritmo de los visuales de principio a fin.
El evento fue llevado a cabo en el Centro de Convenciones de Los Ángeles, un espacio en California de más de 67,000 m². Dentro lograron varias atmósferas, cada escenario tuvo un vibe particular y en todos se aprecia un trabajo sumamente complejo de diseño y utilería. El más complejo quizás fue el del cierre, en el que además de incluir al mayor número de participantes, vimos movimientos continuos de plataformas y bandas de ”fábrica”.
Como ya mencioné, el ritmo del show completo no tiene una bajada en ningún momento. El protagonismo no se centró en ninguna de las figuras que portaron Savage X Fenty -excepto claro en su creadora durante sus breves apariciones- pues todas y cada una la rompió. Ahí tuvimos a Demi Moore y Bella Hadid brillando con los mismos modelos de prendas y arreglos que las bailarinas a su alrededor.
Uno de los factores que mejor completaron la presentación es que a la diversidad de cuerpos femeninos en los que se centró la marca en un inicio, se suma la celebración y el apapacho a la variedad física masculina.
A pesar de su trayectoria en múltiples disciplinas, RiRi apenas está levantando su imperio, mostrándonos de lo que es capaz. Savage X Fenty Vol. 2 es el resultado de meses de organización, atención al más mínimo detalle, una logística en el escenario impactante y sobre todo de una visión innovadora pero estricta de lo que es dar un espectáculo.
Si tienes la oportunidad de tomar prestada una cuenta de Prime Video o incluso de hacerte usuario, te aseguro que no vas a decepcionarte. Hasta puedes aprovechar y ver el volumen 1 para juzgar por ti mismo todo lo que te platiqué. Go ahead.
Reseñas
Sr. Zambrana regresa al hip-hop con su Bisagras EP
Sr. Zambrana es un clásico definitivo del hip-hop español. Si hablamos de beats, tal vez el único junto a Griffi y Jotamayúscula que logra plasmar una personalidad única, no sólo rítmicamente, sino también en su sonido.
A seis años de su último álbum, el también MC de Barcelona, nos entrega un EP lleno de una actualización de ese sonido suave y coros souleros con el que lo conocimos en 2004 en su álbum debut, Crónicas de un bohemio.
Bisagras es el nuevo título, haciendo referencia al mecanismo que tiene que aceitar para que abra y funcionen sus raps tras varios años sin entregar un trabajo de hip-hop. Así reza el coro con el que abre el primer track (que de hecho da título al EP): un sonido jazzy que se antoja nostálgico con la trompeta de Ramón Casamajó y el tempo lento de la batería de Mar_z. No obstante, una escucha atenta devela al Zambrana duro y rapper, al también cuestionar su papel en la escena hip-hop actual con líneas como: “Yo no nací para ser líder / Pero soy más capaz que ese pibe al que sigues … No me atrae el crimen / Ni los focos ni el glamour de los desfiles / Ni ese rollo de autoayuda pa sensibles / Por eso yo soy alimento pa buitres”. Actitud y habilidades que se revisan más adelante en “Hueco”, un track más jovial en los acordes de sus teclas, pero con un tono sufrido en la voz y el texto: “Quise trascender tras vender mil copias / Quince años después ya me ves: sin gloria / No puedo subirme a ese Delorean / Y si pudiera volvería a pegarme la hostia / Sigo buscando un hueco tu memoria”.
Precisamente este tipo de contrariedades y momentos dispares entre sus palabras, o entre sus palabras y los moods de sus instrumentales, es lo que hace rico un trabajo de Zambrana, es la carnita en el hueso a roer que permite imaginarte sentires de una persona real y compleja, no un personaje unidemensional que nos quiere vender como muchos rappers hacen.
Pero, bueno, no todo es pasado en Bisagras, también tenemos momentos que nos traen al presente como “Neolengua”, un análisis afilado de la nueva era digital y sus redes sociales que pretenden tener la libertad de expresión como bastión al tiempo que facilitan la censura de lo diferente. “Todos son sociólogos, todos politólogos / Sueltan sus monólogos a discreción / Todos futurólogos, todos ideólogos / No busques diálogo, llevan razón”.
Algo interesante y entretenido es que el MC de Barcelona no lo desarrolla en un formato editorial con su correspondiente tono predicador como se acostumbra en el rap cuando se tocan temas que cuestionan la realidad (tómese de ejemplo la facilona “Redes sociales” de Tote o su más reciente “Carne picá”), sino que (a veces entre párrafos, a veces entre versos), Sr. Zambrana superpone voces, sentimientos y posturas, como a la frustrada, la redentora, la dictadora, o por supuesto, la propia.
Y es que el viejo MC de la villa de Ripollet cuenta con un amplio abanico estilístico a la hora de escribir. Por ejemplo, otra habilidad a la que recurre seguido de manera entretenida es el storytellin. Ésta vez escogió el track titulado “Ellas”, donde sobre una cama de teclas optimistas y arreglos de trompetas con notas largas esperanzadoras abre una ventana directa a su vida personal con un tributo a las mujeres de su vida: su madre y su esposa. En sus palabras, “el track más sencillo de escribir porque venía del corazón”.
El EP cierra con “Paraíso”, tal vez el track más tranquilo si hablamos de moods y el que pinta la sensación más íntima por el sonido encerrado de sus sintes filtrados. De hecho, al inicio te da la bienvenida a su casa, “su paraíso doméstico” y poco a poco va pintando imágenes que bien podrían ilustrarse con una cámara en plano cenital al estilo Enter the void que vuela sobre su departamento, donde podemos ver al mismo Zambrana tomando una copa de vino en su home studio mientras escucha el Madvillainy, de pronto sale a la sala para decirle algo a su esposa, al instante toca un repartidor de comida a su puerta, el MC toma la bolsa de papel y ambos se sientan a ver Netflix. ¿Ya cachan peli, no? Mejor escúchenla completa.
Bisagras consta de 5 tracks que podrían parecer poco para seis años sin publicar un álbum, pero como vimos en pequeños extractos, hay mucho de donde sacar para dar re-play (además de que hay que recordar que fue un paro relativo, ya que Zambrana estuvo ocupado publicando música en otros proyectos como Blanquito Smith o Mandruka, banda de electro-funk en equipo con Al Pachyño).
Al final, Bisagras es un elegante regreso al hip-hop y una digna continuación a Nudismo en estéreo. Sin duda un nuevo clásico a su lista que sube el ki del hip-hop hispano, por la musicalidad de sus raps y beats, así como por la riqueza de imágenes de sus textos, que se une a la larga lista de cánones que provienen del hip-hop español como Quimera de Sólo Los Solo, Caleidoscopio de Juaninacka, Un tipo cualquiera de Toteking, Próximo nivel de Juan Profundo, o Vicios y virtudes y Vivir para contarlo de Violadores del Verso, por mencionar algunos.
Bisagras está disponible en streaming y venta en todas las plataformas de costumbre. En todas incluye las 5 instrumentales, donde podrán sentir de manera abierta las aportaciones musicales de sus invitados: los scratches elegantes y diestros de DJ Koo, los arreglos en teclados de Pau García en “Bisagras”, “Hueco” y “Ellas”, así como la trompeta de Ramón Casamajó y la batería en vivo de Mar_z en track que da título al EP.
Disfruten.
Chequen el Twitter, Instagram y Facebook del Sr. Zambrana y síganlo, ha estado subiendo historias detrás de los tracks o develando los sampleos originales.
Reseñas
Un poco de lo que fue el Bahidorá 2017
El sábado fui al Bahidorá con Muysuá, Aldo Crusher y Tino. Se presentaron Mayer Hawthorne, RJD2 y Mac Miller (bueno, ellos nos interesaban a nosotros) ¡Y los tres dieron su show uno tras otro! 🙂
Mayer Hawthorne rockeó la noche como si él fuera el estelar. Una hora de disco, funk, soul, rock n roll y bonitas coreografías que te sacaban varias sonrisas mientras las repetías. Con todo ese carisma que emana no podías dejar de mover tus dedos emulando lluvia o limpiar tus hombros siguiendo su paso (incluso aunque fuera la primera vez que los escuchabas, pregúntenle a Tino jeje). Yo no podía creer que alcanzara esos agudos tal cual en vivo o incluso que armonizara así sin tantas dobles. Tiró para todos, desde su primer álbum, A strange arrangement, hasta el reciente EP, Party of one y hasta “Do it” de Tuxedo. Además para nosotros rockeó doble cuando cerró con “Her favorite song” con un intro estilo bossanova, ni faltó Jessie Ware al lado jaja.
RJD2 fue la sorpresa de la noche con un set súper hip-hop: breaks, viniles, scratches, 3 tornas y un MPC en vivo que seguían una secuencia definida. Toda una máquina jugando Destreza acomodando sonidos aquí y allá ¡Verlo te hacía sufrir o reír junto a él! El nivel de estrés que maneja para lograrlo es realmente alto, para que se den una idea: a veces un vinil sólo salía del crate para scratchear una voz o un sonido y tenía que cambiar en una barra al otro, o en el puente de un track tenía que pasar de inmediato de scratchear en la torna a tocar un piano en los pads del MPC. Ya me habían contado varias veces los que pudieron verlo en 2010, pero neta sí es algo para presenciar, no para que te cuenten. Tino decía: “Súper nerd éste vato, no tuvo piedad. Era un show de Sólo Heads, no del Bahidorá”. Tuvo un par de problemas técnicos porque, como dijo, en los festivales no se puede hacer soundcheck, pero como platicábamos después, le ayudó un poco a que la gente apreciara lo que de verdad estaba haciendo, especialmente al scratchear. La neta me dio gusto, porque tanto Mixmaster Mike, como A-Trak, e incluso DJ Shadow han venido a tirar playbacks a México. Y bueno, yo no creía que siguiera tocando hip-hop desde que sacó ese album de indie-pop cuando dejó de ser jukie. Definitivamente me hará updatearme en su discografía.
https://www.instagram.com/p/BQr9PTKgR59/?taken-by=larryfisherman
Mac Miller cerró. Mac emana chingo de buena onda y, contrario a la lógica, logra llenar el escenario él sólo. Buenos moves e interpretación dramática de las canciones que tira solo con el DJ detrás, total manejo del escenario y control de la gente cuando sale su hype man, y una secuenciación perfecta de los moods tan contrastantes que tiene entre cada álbum: de la cursilería de The divine feminine, a la fiesta de “Weekend”, al boom-bap de “Diablo” y de regreso al GO:OD AM y su trap, sin sacarte de pedo en ningún momento. Ese corte que hace de estar sólo para tirar canciones más íntimas a explotar con su apoyo en los bloques traposos crea una dinámica muy ágil para un show que mantiene la triada básica de hip-hop (voz principal, apoyo, DJ) en un festival que no es de hip-hop. Además mucha gente sí lo topa y eso ayudó a que el show brillara y te contagiara chingo de energía para saltar en cada explosión de 808s.
De verdad fueron shows muy buenos los que tiraron y lo mejor es que fueron de corrido los tres, no podíamos dejar de recordarlos el domingo camino de regreso.
Entre chelas, porros y chapuzones con amigos, así estuvo éste Bahidorá 2017. (Me arrepiento de no haber ido a ese de De La -tal vez por pre-juicioso-, pero esa es otra historia).
EE.UU.
Black Thought y lo que no sabías de “You got me”
Ésta es una historia vieja, pero pocos la conocen.
En esta entrevista con el New York Post, Black Thought cuenta la historia detrás de “You got me”, la canción que catapultó a The Roots para tener una atención masiva.
En realidad el coro originalmente no estaba cantado ni escrito por Erykah Badu, sino por Jill Scott. Sin embargo, como Jill no era una cantante conocida (su primer álbum salió hasta el 2000), la disquera pidió a la banda que invitarán a alguien que sí lo fuera. La opción fue Badu, quien nada más re-interpretó la letra.
Recuerdo que esta historia fue muy sonada en el ’99 que salió Things fall apart, más aún cuando ese mismo año salió su disco en vivo, The Roots come alive, en donde Jill Scott aparecía haciendo el coro. A mis 16, no entendía el problema, en realidad yo prefería escuchar la voz que para mí era la original y no la de una completa desconocida que, además, no me agradaba su estilo más señorón.
Ahora que reviso el tema, hablando estrictamente de producción musical, sin tomar en cuenta elementos externos a la canción como la mano de la disquera, la amistad de los Roots con Jill, el Grammy, la tan anhelada autonomía artística y tal; siento que la voz raposa de Erykah Badu, su cadencia alargando sílabas internas y sus ligeros “gallos”, añadieron ese mood tristón y preocupado que querían proyectar, es como si en video o cine usarámos colores deslavados y sobre-expuestos con saltos de proyector. Con la voz de Jill Scott la canción queda mucho más limpia (su voz lo es) y esto hace que no te transporte al pasado, incluso la tristeza podría pasar por fingida con sus modulaciones al final del fraseo.
Calen ambas y discutan.
The Roots con Eve y Erykah Badu, “You got me”
The Roots con Eve y Jill Scott, “You got me (versión original)”
Como sea, “You got me” puso en el spot a Jill Scott he hizo que un año más tarde editara su álbum debut (en el cual no salieron ninguno de los Roots), hizo de The Roots una banda con atractivo comercial y popular, y se ha convertido en un referente obligado cuando hablas de hip-hop.
Historia Hip-Hop
De KRS-One a KRS-Hype. La forma como fondo
En esos tiempos en que Messenger todavía era como tu morra (siempre abierto) tuve una conversación con un vato que se decía bien Hip-Hop. “Zulu Nation” por nickname y acá. Después de las típicas preguntas esas que te hacen para saber qué tanto le sabes al pedo, me preguntó algo así como: “A ver, ¿sabes cuántos artículos tiene la declaración de Hip-Hop ante la ONU?”. En ese entonces no supe qué responder. Yo no sabía de qué me hablaba y hasta me sentí un completo neófito en el ámbito.
Ese día, si mal no recuerdo, vi por primera vez el nombre: “Simón -me dijo-, eso lo propuso el KRS-One, ¿a poco no lo sacas? Fue el que escribió el Evangelio del Hip-Hop. Es uno de los raperos más importantes de la historia”. Luego me enteré de que había propuesto 9 elementos y no 4, que estaba ufano de haber traído el verdadero boom-bap de vuelta, y que profesa que en 100 años el Hip-Hop será la religión imperante, literalmente. No me quedó más opción que la desconfianza.
Recuerdo también que en la secundaria me estacioné un rato en la idea de que lo importante a la hora de rapear era el mentado ‘mensaje’. No sé si a muchos les pasó, pero yo sí llegué a pensar que si una rola no abordaba temáticas sociales, consciencia e incluso la famosísima “revolución”, entonces no era Hip-Hop y no rifaba. Así, de esas. Gracias a Dios crecí.
Pues, algo así me pasa con KRS-One, creo que se dedica más a intentar decir algo -según él de mucha trascendencia- que en realidad a rapear chido. Trataré de no sonar severo, porque, claro, ¿quién soy yo –un simple mortal– para hablar de “The Teacha”, no? Por ejemplo en “Sound of da police”, yo no le encuentro mucha trascendencia a decir que los policías son también muy ratas, haciendo uso tan sólo del pareado y desfasando de repente.
De hecho, en el Return of the Boom Bap recae seguido en eso, en decir cosas que cualquier persona un poquito lúcida ya pensó alguna vez, usando puros pareados sin más gracia que su vocesota de homeless criado en el Bronx. Incluso el nombre del disco me parece puro hype. Digo, Eric B & Rakim ya traían ese boom-bap raspabocinas desde el Paid in full, y en el ’93, cuando salió el disco, estaban también el Enter the 36 chambers del Wu-Tang Clan y el Midnight marauders de A Tribe Called Quest, por nombrar solo un par. Tampoco voy a decir que es un pésimo disco ni nada, tiene producciones de esas macizas con DJ Premier, Showbiz y el propio KRS.
Es entonces cuando compruebo una de esas premisas importantes: La forma de dar un discurso (por así llamarlo), puede ser un fondo bastante digno del mismo. En cambio, el fondo del discurso por sí solo, no siempre se desarrolla de buena manera y creo que a KRS-One le pasa. Si bien sólo he topado dos discos suyos, lo que es cierto es que creo que es uno de esos rappers sobrevalorados. Y es que yo no encuentro manifiesto ese “antes y después” que algunos mencionan, ese parteaguas en la escena.
Al día de hoy, para mí es muy claro que (antes que “el mensaje”) aquí el que rifa es el que se carga las skills y punto. En el Rap, en el Hip-Hop y en la vida misma.
España
Kase.O Jazz Magnetism
Kase.O: No, es tan solo un nombre para firmar por ahí. La “K”, la “A”, la “S”, la “E”, pues son letras guays. Después puse la O.
Kase.O Jazz Magnetism
Jazz Magnetism
Por Alejandro Carranza
Kase.O lleva más tiempo rapeando que el que yo llevo viviendo. Punchline tras punchline, rola tras rola, disco tras disco, año tras año. Haciéndolo a niveles tales que a sus 31 de edad ya puede darse el lujo de hacer lo que le plazca (cosa que no todos los rappers de 30 pueden, o al menos no deberían). Ejemplo de lo anterior es “Kase.O Jazz Magnetism”.
Su primer trabajo en solitario, donde se permitió desde coordinar el arte de la portada hasta acariciar el cliché. Y es que el título (más que “Jazz Magnetism”) bien podría ser “Sax Magnetism”. A mi ver reflejaría una síntesis más veraz y sin tener que “joder con los cánones”. No sé, creo que el Jazz va más allá de saxofoneos y tarolazos a destiempo. No es como que puedas impresionar a una morra fan de Chick Corea o de Dave Weckl con un: “Ah, sí. Yo he escuchado el de Jazz Magnetism… El de Kase… ¿Lo conoces?… ¿No?”… Si buscas Jazz pon la segunda mitad del track 5 no sin al final quedarte con una lección de vida sumamente trascendental respecto al alma femenina.
15 Tracks en su totalidad colabos (menos 1 o 2) “porque nunca los rapeo” y punto. La escuela y cumbre del ego trip, carnal. Nada nuevo. Hablar de Javier Ibarra (y por ende de este LP) es hablar de fragorosas vivencias dionisíacas; skills de esos que se tornan megalomanía; megalomanía de esa que en entrevistas –si cuestionado respecto a Dios- te permite contestar: “Yo soy dios. Y si no, al menos un pedazo de él”; y de esa “legítima arrogancia” sencillamente legitimada por una trayectoria que habla por sí sola.
El pedo de escuchar un disco rap “orgánico” (chafísima el término) que se sale de la sublime combinación de bombos, cajas, samples, loops y scratches es precisamente ese, que te quedas esperando ese cúmulo también conocido como “boom bap” que en este material se libera de vez en cuando en uno que otro track y es hasta entonces que puedes mover el cuello en paz. Si quieren darse un Jazz Magnetism de lujo, escuchen las versiones originales de los tracks, exceptuando “Que no hay alcohol” (que a huevo necesitaba una reedición), “Renacimiento” (que en la original suena medio raro), “Presente” y “Boogaloo” (que a huevo tenía que ser el sencillo). “Blue Pepper” por mí suprímanla. Neta, sería un discazo.
El álbum contiene también 1 o 2 rolas de esas como para dedicarse este “mes del amor” (chafísima el término) y recibir una cachetada –como debe de ser- (“Quieres” entre ellas), alguna historia gángster/romántica (“Tributo a Mr, Scarface 2011”, que suena más chida con Hazhe) y hasta 20 líneas de hecho agradables a manos del que pareciera ser el protagonista del disco… Simón, el saxofonista (“MC escandaloso xpósito”).
Si te crees rapper, o head o lo que te venga en gana, escúchalo, es un disco con una fuerte carga histórica (aunque eso te importe lo mismo que la educación a la derecha). Escúchate “Libertad” y retoma la esperanza en ti mismo otrora perdida tanto como humano y como “artista”. Después, el devenir del destino solito te hará llegar a “A solas con un ritmo”, te hará recordar (en el mejor de los casos) que este perro se rifaba desde el 99’, que tú no, que tampoco has cambiado de estilo ni de ideas desde entonces y por ende te hará revaluar lo del retiro. Es más carnal, retírate.
Cine
El cisne negro de Darren Aronofsky
Por Sick Morrison
Hey, qué tal.
Podría abrir este post diciendo: “¡Wow!. ¡Impresionante!. Está súper interesante.”, como por ahí leí en una entrevista a un DJ idiota de esos que dicen frases o etiquetan al no saber expresarse.
En fin, ¿la vida es un drama?, ¿el esfuerzo lo es todo?, ¿la felicidad es un sacrificio?. Quizá después de leer lo siguiente me juzguen un loco o piensen que nada concuerda, pero ver Black swan (El cisne negro) hace unos días, me hizo tener un montón de moods y formas de pensar que ya me he cuestionado o con las que me he identificado (quizá más gente o hasta tú mismo que lees esto).
Las personas viven esforzándose por llegar a ser parte de algo, por tener ya sea una casa, un auto y una buena novia. Así es la vida, ¿no?, pero ¿qué estamos dispuesto a hacer?, ¿sólo esforzarnos?, ¿el típico corazón, mentalidad optimista o un “sí se puede”?
En verdad con este film es diferente, tienes que pasar a veces por un sinfín de trips y lidiar con tu yo interno para llegar a algo que siempre has deseado. Vivimos, como dicen por ahí, “intentando ser felices y dando nuestra mejor cara”. Muchos podrán evadir sentimientos, fingir sonrisas y lo que ya he dicho, y de esta movie se me quedó “DEJARSE LLEVAR”. No sólo cuando tenemos momentos felices deberíamos hacerlo, a veces, dentro de la tristeza y desencanto tratamos de usar la evasión, pero más bien deberíamos canalizarlo de alguna manera para sacar provecho de ello. ¿Cuántos de ustedes darían su vida por un segundo de gloria, por ser el núcleo de un todo?. En este film encontrarás muchos estados de ánimo y te darás cuenta que esforzarse o tener control de algo no es necesariamente la perfección
Véanla y juzguen ustedes mismos. No siempre las historias felices acaban con un príncipe azul y un beso, hay veces que la tragedia es un gozo que se vuelve felicidad para los pocos o muchos que viven para dar hasta su último aliento.
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