Smak & La risa de Asgard refrescarán tus oídos con EL GRANDE

Decidí hacer ésta entrada personalmente y en primera persona en lugar de delegarla a algún colaborador como todas las de El Monsón. Ya estamos a casi una década de que decidí terminar el show de radio de Trackzion y mi papel en el Hip-Hop nacional ha dado un giro de casi 180 grados. Aunque siempre tuve una labor de productor en varios discos nacionales como Aquí somos lo que hacemos, Lalala (Crónicas de un niñoxico) o Crónicas jazzianas, se trataba de una función de dirección, un papel tipo Rick Rubin en hip-hop o Jim Wirt con Incubus. Sin embargo, desde el 2019 que publiqué “Sempiterno”, mi primer track como La risa de Asgard junto a Neemeye, esas skills se han ido integrando poco a poco con las de beatmaker como se ha podido ver en la evolución de la triada de El Monsón: Catnip – Chief Neemeye – Egregor. Lo cual nos lleva a EL GRANDE de Smak.

Hace un año Smak le cayó a En El Bus de nuevo y ésta vez nos encerramos una semana entera para ver qué salía. Literal, 24/7 con el micro y el sampler. El resultado fue EL GRANDE, nuestro primer álbum (juntos o por separado).

Desde el inicio teníamos en mente hacer algo innovador, y no hablando de vernos modernitos, sino en el sentido de renovar lo clásico; de intentar hacer un nuevo clásico. Eso claro que sólo el tiempo lo dirá, pero de entrada pienso que lo logramos en varios niveles, ya sea que hablemos de las estructuras de los tracks, de los scratches de Neemeye, de los flows y el uso de la voz de Smak, o de los moods y de las temáticas planteadas a lo largo de sus 7 tracks (algo en lo que el hip-hop nacional requiere un refresh urgente).

EL GRANDE es un álbum fruto de las reflexiones de Smak en un punto de su vida en el que se acercaba a cumplir 30 años y se cuestionaba esa vida que tomó tras dejar el rap de tiempo completo. Antes de ello Daniel, además de ser el hypeman de Menuda Coincidencia y líder de proyectos como la serie de cyphers Los de Moneterrey, individualmente tenía un futuro prometedor como freestyler y en las batallas escritas. No obstante, hablamos de un circuito que aún no se consolidaba como el oficio que es ahora, por lo que en 2017 encontró trabajo en Canadá y decidió irse a vivir con su novia por un tiempo.

Ese es el trasfondo de un disco reflexivo, maduro y, hasta cierto punto, nostálgico. De ahí que el título sea EL GRANDE y que hable de las tribulaciones cotidianas que tenemos todos día a día, nada del famoseo rapero, el cliché del rapero de esquina o los lugares comunes del rap romántico. También esa es la razón de darle un sonido natural a su voz: que se sintieran los matices de cada historia y el sentimiento de cada frase, nada de gritos o tonos falsos como acostumbran los raperos en español.

Por ejemplo, en “Nada Regresa” Daniel San (como también es conocido Smak al rapear), sopesa en tono nostálgico las marcas que va dejando el paso del tiempo en los recuerdos. En “Lejos de Todo el Ruido de la Turba” crea un monólogo consigo mismo cuestionando las presiones sociales que te pueden rodear a cierta edad y la forma que él encontró para evadirlas. En “Arriba del 10” recuerda en forma de relato personal sobre un piano ansioso lo que era ser un niño presionado por la auto exigencia para dar siempre lo mejor de sí. “Mau San” es un tema completamente personal dedicado a su padre. “Actitud” es un track rapper fuerte y directo, con la novedad de que no se dirige a la escena hip-hop de algún lado, sino que habla de los conflictos que el «ser» rapper trae consigo en la vida real: en el trabajo, en la calle, con los amigos y con la fam. Y por supuesto “Perro de Vulca” es un track de supremacía rapera en donde Smak evidencia su pasado batallero y muestra el grado de refinación al que ha llevado algunas técnicas comúnemente usadas en esos circuitos, como los flips de palabras, los combos semánticos y los punchlines que sintetizan todo con un nombre reconocido: Juan Carlos Bodoque.

La risa de Asgard & Neemeye / Foto: Bronxe MX

En el apartado musical decidí hacer uso de un sonido más clásico para completar la sensación nostálgica que domina el álbum: Drums boombaperos que te meten en el mantra de los samples seleccionados. Arreglos scracheados y skits que van creando un diálogo con Smak y el escucha a partir de frases de pelis, shows de stand-up y versos de Nas, Pharahoe Monch, Mos Def, M.O.P., Rapsody e incluso Nicki Minaj.

Es en este punto es donde debo mencionar el trabajo de Neemeye en los detalles de tornamesismo. Y digo tornamesismo porque, como deben saber, Neemeye es el Chief, y lo es porque sus habilidades son infalibles en los cortes. Aparte de dar esa vibra hip-hop que caracteriza a las entregas de El Monsón, si uno presta atención a los combos que scratchea, ningún combo se repite, cada corte del fader es como ver tocar a Carlos Santana la guitarra. Si de verdad eres un head mexa, alguna vez en la vida tendrías que ver scratchear a Neemeye en vivo.

Y bueno, el disco tiene dos feat: uno en el apartado musical y otro en el apartado visual. En el primero Maiky Navajas agregó el bajo de “Perro de Vulca”, sumando gran dinamismo al track (Eso sin contar la mezcla y master de todo). Y en el apartado visual encontramos el trabajo de Bronze MX dando cara al trabajo con sus fotos, tanto para la portada, como para el video de “Perro de Vulca”.

Así es como hicimos EL GRANDE. En resumen, un álbum conectado directamente con la realidad que deja ver un rapero que no vive en la burbuja del famoseo y que tiene problemas y victorias como todos nosotros. Un trabajo que desde su concepción busca llevar al Hip-Hop hecho en México a nuevos lugares para dialogar con la gente de una manera diferente, real y directa. Hip-Hop adulto con flava y skills.