El dúo norteño The Guadaloops sacó un EP de tres tracks entre los que está “La Última” con Tino El Pingüino, una joya de flows de nuestro rapero mainstream favorito.

LETRA

Me voy a morir por si acaso. Con mi humor, con mi bisne, con la vista al ocaso, bro. Con el sombreado de un Picasso, mi apatía hecha de tizne y su estadía. Digo ¿a caso no? Sin plusvalía, ni a putazos. Sin saber qué pinche día es. Supongo que serán unas por otras. No guardaría ningún lazo o mínimo con ningún vivo. Garcilaso. Mi letanía son silencios, escariado y sin tiempo en un baldío de nitrato. ¿¡Qué!? Me encantaría hilar un nexo entre mi armario y tu sexo. ¿Y qué salió? Que ni te toqué. Ay mami, quieres que me canse. Que ni pa’ eso me alcanza. Y es lo que es: La ley del talión. Al cabo que es embalaje, mientras veo encarrerarse un ventarrón de no seas mamón. Me sabe a ajiaco, ni traje. Ajá, neta me urgía comunicarme. Hojear tu estaño y dejar ir la carne. Ya serán dos años que lo vengo intentando y ahora sí quiere explicarme. Ya ni me he emputado. ¿A mí qué el pinche resultado? Ya olvidé todo el Tao. Tan violento ha estado. También me encomendé encontrar y más bien no he encontrado.

El corazón ya estando aquí es un volcán.

Como volcán ve al cielo y exige sangre al cielo. Espera a que algo encaje o que me canse de hacerlo. Al cabo sea que acabas en un aguacero. Y acaba de ser. Yo nada sé. De mala fe y de malas se me sala y se me sale la mitad afuera. Déjala ser, le jalas o deja las pendejadas. Cero drama. En serio me amas o vete a la verga. Pecar así, de taras. Inventar las mil escalas sin pesarlas y pensando bien ¿no estará enferma? Y ya sea ahora menesteres o sólamente duerma.

De aquí te bloqueé…

Si igual callas. Que allá donde vas, vayas. Ilíada, que veas valles o chale, lo que haga honor a esta suerte. Mira y vaya, mi Dharma, mi Malverde. Así el karma, sí. No hay falla. Me gana pero hago más por no hacerle. Me caen mal y además que ni más no haya. Y aunque es mecánico el ademán que nomás no hallas y ya. Ya no hay nieve, ni nada, ni cuál talla, ni llaga. Ni mal pedo. Ni viada, ni ya aliviada. Pa’ verlo, está mediado. Me quiere pasar discurso. Me lo he cuestionado a fondo, se siente incluso. Me salió cara la impronta, la misma cara de curso de materia reprobada. Sí, a pulso. Ya Sayonara, no importa. Luz doblada hacía un punto y ahí convergen lo sagrado y lo insulso, fac.

Yo sigo pidiendo que no te me vayas, no quiero estar triste, ser el que te extraña. Y si no se puede pues a dar las gracias. Porque sabio el tiempo quien junta las almas. ¡AYYYYYYYY! Eso sí que dolió. Por eso te canto mi amor la última de desamor.

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