Historia Hip-Hop
Janette Beckman: El ojo punk que documentó el nacimiento del Hip-Hop
Janette Beckman no es una fotógrafa común, es una cronista visual de los márgenes, de las subculturas que cambiaron el mundo.
Nacida en Londres, Inglaterra, su carrera comenzó documentando la escena punk y mod británica en los años 70 para medios como The Face y Melody Maker, donde retrató a artistas como The Clash, Sex Pistols, The Jam o Siouxsie Sioux. Fue su mudanza a Nueva York en 1983 lo que la conectó profundamente con un nuevo movimiento callejero que estaba a punto de explotar globalmente: el Hip-Hop.
Beckman llegó a Nueva York justo cuando el Hip-Hop se expandía desde el Bronx hacia los cinco boroughs y el resto del planeta.
Armada con su cámara y una sensibilidad documentalista, comenzó a retratar a los pioneros del género, su estética, actitud y entorno.
Entre sus primeros retratos icónicos están el de Run-DMC fotografiados en Queens antes de sus Adidas, y el de LL Cool J en el infame encuadre cargando su radio.
Beckman también fotografió a otros importantes nombres como EPMD, Ultramagnetic MC’s, UTFO, Eric B. & Rakim, Salt-N-Pepa, Slick Rick, Big Daddy Kane, KRS-One y muchos más. No en estudios con fondos blancos como se acostumbraba en esa época hacer con los músicos, sino en las calles, peluquerías, escuelas y esquinas donde vivían y respiraban su arte. Esas imágenes no solo capturaron el look de una época, sino que ayudaron a definirlo visualmente para el mundo.
Las fotos de Janette Beckman no son sólo retratos, son documentos históricos que capturan la confianza y rebeldía de una generación que estaba inventando nuevas reglas estéticas y culturales. Con un enfoque sin filtros, ya fuera en blanco y negro crudo, o a color más realista, su estilo fue el complemento perfecto para una cultura que aún no había sido absorbida por la industria ni transformada por el mainstream.
Sus imágenes fueron condensadas en 2008 en el libro: The Breaks: Stylin’ and Profilin’ 1982-1990, una obra con status de culto actualmente. También ha exhibido su trabajo en museos y galerías de todo el mundo, siendo considerada una de las primeras en tomar en serio al Hip-Hop como fenómeno cultural digno de archivo artístico junto a gente como Ricky Flores, Martha Cooper, Joe Conzo y Charlie Ahearn.
Más allá del Hip-Hop, Beckman ha mantenido un compromiso constante con las culturas urbanas y los movimientos sociales. En años recientes ha documentado el activismo callejero en Estados Unidos: desde el movimiento Black Lives Matter, hasta protestas por los derechos civiles, sin perder nunca su conexión con los jóvenes y los espacios donde nacen las nuevas ideas.
A más de cuatro décadas de su transplante a Nueva York , Janette Beckman no sólo documentó la historia del Hip-Hop, ayudó a construir su imagen icónica. Su mirada fue crucial para entender que el Hip-Hop no era solo música, sino una cultura visual, una identidad que se expresaba con cada prenda, cada pose, cada mural, cada bodega, cada fiesta. Gracias a su trabajo, tenemos un archivo invaluable de los años formativos de una cultura que hoy domina el mundo.